La inesperada llegada del COVID-19 ha transformado la realidad, y las empresas han tenido que adaptarse a la situación.
La aplicación de herramientas tecnológicas para control de aforo, regulación de distanciamiento social o detección de temperaturas altas son una necesidad a la hora de mantener los puntos de venta abiertos y funcionando con la mayor eficiencia posible.