“Carlos, su Smartphone y el WiFi”
Era martes a la mañana y Carlos, un habitante más de una importante ciudad, decidió visitar su local comercial preferido. Era un momento de distracción, de salirse de la rutina por unos minutos y darse un gusto. Como no podía ser de otra manera, cargaba como siempre su celular en su bolsillo izquierdo.
Su smartphone, era un dispositivo normal, bastante humilde para alguien que ocupa la posición que él tiene en su empresa y como es habitual, mantenía el buscador de señales de WiFi siempre encendido; por lo que Carlos sin saberlo pudo detectar varias señales de WiFi a las que podría conectarse.
El access point encargado de dar la señal en el local detectó también el dispositivo de Carlos. Pero la conexión no pudo darse. Él no estaba buscando en ese momento señales a las que conectarse.
Sin importar esto, el sistema, reconoció su celular y decidió seguirlo. Quería saberlo todo sobre él.
Pudo detectar el tiempo que estuvo en el local, cómo atravesó las distintas zonas, y para no quedarse solo en la información de ese día, decidió también conocer la frecuencia con que lo visita.
Pero no se quedó ahí. Al descubrir la importancia de esta información comenzó a seguir a todos los celulares que estaban a su alcance y sacar conclusiones.
Ahora sabe cuál es el tiempo promedio en que lo vistan, con qué frecuencia, cuántos de los que pasan frente al local ingresan, cuántos son nuevos visitantes o viejos y fieles conocidos, además de entender cuántos ingresan, lo ven y se van, casi sin interactuar.
Ana María, la persona maneja el sistema, aprovecha esta información. Puede ahora saber si sus acciones de marketing logran los resultados deseados, intentando que Carlos, su fiel cliente lo visite más seguido, pase más tiempo allí y pueda darse más gustos. Además podrá conocer a muchos “Carlos” más.